martes, 3 de febrero de 2009

Una mamá con hijo celíaco nos cuenta ...

Lucas tiene 7 años. Es robusto, cariñoso, alegre y algo gruñón. Esta cursando el segundo año de la EGB en una escuela de la provincia de Buenos Aires. A simple vista es un nene como todos, pero la diferencia se percibe al momento de comer. La comida es distinta, pero a sus padres esto no les llama la atención. A los cumpleaños lleva una vianda y solamente come eso. Su mamá le hace muchas cosas ricas que, a veces, comparte con sus amigos. ¿Te preguntaste por qué ocurre esto? Porque Lucas tiene la enfermedad celíaca.Hoy es mucho más habitual que se conozca esta enfermedad, ya que en las escuelas y en los jardines, cada vez hay más nenes celíacos. A Lucas, esta enfermedad se le detectóa los 2 años y lleva con mucho compromiso su dieta. Concurre al jardín desde la sala de deambuladores. La ayuda de los docentes y sus compañeros hizo más fácil cumplir con la dieta.
Consejos útiles
Soy maestra jardinera y quisiera compartir algunos consejitos para tener en cuenta cuando tenemos un niño celíaco en la escuela: Informar a las familias de la enfermedad celiaca: existen folletos explicativos que reparten distintas asociaciones como, por ejemplo, Asistencia al Celíaco de la Argentina (ACELA). Conversar con los niños sobre la dieta que realiza para que sepan que no pueden comer cualquier cosa. Que la maestra tenga una fotocopia de las golosinas y snack que pueden consumir. Si es factible, tener una caja con algunos caramelos, por si traen golosinas para compartir que no fi guren en el listado de los alimentos permitidos. Tener siempre en la mochila algo permitido para la merienda, para que no tenga ganas de comer otros alimentos. Avisar a la familia con anticipación, en caso de que la escuela o el jardín organicen un cumpleaños o algún otro evento en el que pueda haber comida, así el niño trae algo para consumirdurante el festejo. Para el cumpleaños del niño llevar para compartir una torta que él pueda comer. En el caso de los niños muy pequeños que tienden a poner la masa en la boca se puede realizar una masa con almidón de maíz con una taza de almidón de maíz, medio litro de agua fría, dos cucharadas de aceite y colorante vegetal. Se deberá colocar el almidón de maíz enun recipiente que pueda ir al fuego. Luego, incorporar el agua fría, el aceite y el colorantevegetal, y revolver constantemente hasta disolver por completo. Inmediatamente (porque si no el almidón se deposita en el fondo) llevarlo a fuego moderado y revolver en forma de ocho con cucharade madera hasta que la masa se despegue del recipiente. Tomar una pequeña porción con una cuchara para ver si la masa no se pega en las manos. SI se pega en los dedos, será necesario cocinarla un poco más hasta probar nuevamente. Quedará una masa lisa, suave, con textura diferente de las masas realizadas con harina común. Otra idea: en lugar de confeccionar pan con harina de trigo, se puede cambiar y hacer chipa, que es muy rico y apto para compartir entre todos. El compromiso de los padres y de la escuela permite que el niño celíaco pueda concurrir a la escuela sin tener que transgredir la dieta. Por eso agradezco a todas las comunidades educativas a la que concurrió Lucas, porque cada uno acompañó desde su lugar, haciéndolo sentir uno más, y no uno distinto. Y así lograron que se sienta feliz.Gracias, papás de Lucas

Marina I. Escalera Maestra Jardinera

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